La táctica del plomero estafador Siempre que viene a nuestro hogar un mal profesional; Se le puede identificar claramente. El mal profesional señala el pequeño defecto del otro que sí es buen profesional Con el fin último de equilibrar a la baja e intentar voltear la visión de un tercero a estafar. Porque el estafador engaña sobre la base de la injuria del buen profesional. Acostumbrados estamos a que un plomero nos diga lo mal que lo hizo el plomero que nos atendió con anterioridad.
Eso justo hizo Bartolomé de las Casas, este fue el primer negrero de América, bien regado por el oro británico, exageró e inventó directamente unos supuestas injusticias en la época del virrey, los bien intencionados pero ingenuos que combaten estas mentiras intentan contrarrestar esas mentiras con una revisión de las cifras y siempre comienzan y acaban la exposición con un lacónico “se cometieron injusticias”, que decir eso ya es una rendición encubierta en la batalla cultural, puesto que se reconocen el relato comunista. Puesto que el neo comunismo nos intentan ordenar el lugar y argumento a discutir, colocándonos en una posición de eterna justificación, que en realidad es asumir la culpa, que como bien saben los comunistas, los católicos reconocemos el tránsito por la culpa, pues el neo comunismo nos intentan manipular con lo que para ellos es una debilidad, puesto que el neo comunismo no reconoce la culpa.
Cuando la única forma y manera de contrarrestar las mentiras y las medias verdades deformadas, que es peor que una mentira, es saber la ubicación de la verdad, no debemos ir al campo de batalla que nos cite el neo comunismo, el gran capitán tenía como lema “yo voy a la guerra cuando y donde yo quiero”, el enemigo no te debe marcar la hoja de ruta. Así los neocomunistas nos tienen contra restando las cifras de las desigualdades, y esa es la trampa, nos colocan en el lugar de justificar, obviando que el que justifica ya ha asumido el lugar de acusado y presunto culpable, usando la lógica neocomunista de “el que opine diferente a mi es culpable hasta que se demuestre su inocencia, o sea, hasta la eternidad”. La única forma de combatir en la batalla cultural con propia iniciativa y propios lugares, es UBICAR en el lugar correcto la verdad, entiéndase la verdad aristotélica que es el mero relato de los hechos. Así la verdad del hispanismo desde su génesis es innovador e evolucionista hacia lo mejor, utilizándola teoría de las formas de platón.
Los enemigos de esta teoría nos llaman idealistas de la perfección y muy al contrario el que quiere evolucionar hacia la perfección sabe de sus imperfecciones y por imposible que sea llegar por la propia naturaleza del ser, nunca se debe dejar de impulsarse hacia la perfección.
Emulando el camino a la perfección de Santa Teresa de Jesús y la noche oscura de san Juan de la Cruz. Muy al contrario otras religiones asumen auténticas aberraciones como norma y ley.
La norma de los árabes históricamente normalizan la pedofilia, mediante matrimonios con niños, la esclavitud como negocio legal y prestigioso, tan es así que el mismo cervantes fue esclavo en argel. Pues que la norma británica es de la mera utilidad, todo lo útil es bueno, para un británico lo útil es bueno, sea o no éticamente y moralmente reprobable, téngase en cuenta que esa es una característica el psicópata. La norma de las culturas precolombinas era normalizado que el padre iniciara sexualmente a la hija, en la hispanidad eso es una aberración.
La gran cualidad de la hispanidad es la trascendencia de las acciones, y que sigan vivan tanto en las acciones de sus descendiente como también en el recuerdo del prójimo. La hispanidad se basa en el catolicismo y este a su vez se basa en la obra y no en la predestinación, la obra propia como así dictaminó Aristóteles, puesto que el catolicismo asumió lo mejor de la sabiduría de la antigua Grecia mediante la escuela de traductores de Toledo, incentivado y financiado por Alfonso X el Sabio.
